lunes, 2 de septiembre de 2013

De Cri Cri y sus canciones.

Crecí escuchando un casette con las canciones de Cri Cri, para bien o para mal, fue parte de mi educación emocional, y creo, a la vuelta de los años que de ella fue de lo mejor que tuve. La letrística de Gabilondo Soler, a pesar de las muchas críticas que puedan hacérsele, son letras que permanecen en la memoria y que unen a generaciones, desde antes de la infancia de mis padres hasta, y espero que así siga siendo los niños de nuestros días, pueden reconocer sus letras.

            Su nostalgia y, al mismo tiempo, su alegría inundaron los días de mi infancia. Guardó su música junto a luminosas tardes de verano, junto a correrías por los arroyos de altas jarillas; el ratón vaquero, las vocales, el rey de chocolate, la muñeca fea, la patita, me acompañaron en aquellos años. Hoy, a casi veinte años de aquel tiempo, escuchar la voz de Cri Cri me retrotrae a aquellos años. Mucho se puede decir de esas letras, mucho se les puede criticar; pero escribo esto pensando en esas canciones que nos han hermanado a tanto y que, espero, siga hermanándonos con las nuevas generación. “¿Quién es el que anda aquí? Es Cri Cri, es Cri Cri..."

domingo, 1 de septiembre de 2013

El centro de la ciudad, vivo.

Anoche caminé por las calles del centro de esta ciudad que normalmente tiene un tufo aciago. La gente estaba feliz, mucho tenía que ver el hecho de que se pudiese beber alcohol en la vía pública. Había conciertos y exposiciones. Fue grato descubrir que la sociedad chihuahuense aún tiene la posibilidad de recomponer su tejido.
            El centro, que luego de tanta obra pública ha sido muy afectado —no sólo por la violencia de todos los días, sino por las labores y las obras públicas en sí— ha quedado un tanto cuanto intransitable. Sin embargo, este lapsus, este respiro que se le ha dado nos permite reencontrarnos con el corazón de la ciudad, ver que aún late.

            A pesar de la violencia —sin ir  más lejos, hace unos minutos mataron a un hombre en el paso a desnivel de la av. Independencia—, y de los conflictos que hemos padecido en Chihuahua (la ineficiente aplicación de un nuevo sistema de transporte público, proyectos urbanos mal aplicados, etc.) fue grato ver vivo el centro, como pocas veces se había visto desde hacía años. Esperemos que esto sea un paso en el camino de recomposición social que tanto necesita esta ciudad.