Descubrí los blogs cuando entré a la universidad, de
eso hace casi una década. Aunque llegué a usarlos y tener varios, los abandoné
como señalé en el primer post de otro
blog. Retomo los blogs debido a las redes sociales y porque hay cuestiones que
considero necesario expresar y que el blog es ideal como vía para ellas. Me
aprovecharé de las ventajas de este medio y lo que consideré adecuado saldrá,
no quiero ser muy específico sobre lo que publicare aquí, para eso están
proyectos más estructurados y menos inmediatos.
Luego
de siete años desde que abrí este blog lo reutilizó. Hablaré sobre política,
porque creo que es necesario y porque nuestra generación ha sido muy apática al
respecto (con la excepción que se vio este año con el movimiento #YoSoy132),
hablaré de historia y de Literatura, de comida y del vivir en este mundo que
nos toco en el momento en que han dicho es “el fin de la historia”. Serán
comentarios no especializados, no me interesa aquí ser académico, aunque no
desdeñó dicha actividad. Serán comentarios con los que trataré de pensar, a
veces serán sólo superficiales, pero estarán relacionados con mis
preocupaciones diarias.
El
blog está relacionado con el diario, de ello me aprovecharé, no será un diario
propiamente (trataré de publicar una vez por semana), pero mostraré aquellas
preocupaciones y obsesiones que me acosan en el momento en que escriba la
entrada. Ahora mismo es el porqué de volver a usar un blog luego de años de
hacerlo, la verdad es que luego de unirme a la fiebre de mediados de la década
pasada por los blogs lo abandoné como hizo la mayoría y lo desdeñé. Ahora,
luego de haber sido usuario de varias redes sociales creo que cada una tiene
sus ventajas y desventajas, de ahí que vuelva a publicar.
Seré
disperso, quizá. Pero quiero que sea a un tiempo personal y que me permita
desarrollar en unos párrafos esas ideas de las cuales en otros lugares sería
ocioso escribir o que no pueden llevarse a cabo. Puede ser que algunos de los
post sean la semilla de algo más grande. Además, espero que puedan ser el
inicio de diálogos con otras personas, aprovechar para crear ese vínculo con
las personas reales que están del otro lado de la pantalla.
Por
último apuntaré que Bedye es el nombre de un proyecto que tuve desde la
secundaria, una especie de refugió imaginario, un espacio que habitaba con
narraciones que me servían (y sirven) de escape. También fue y ha sido un
espacio para mi procrastinación. Aún así lo considero adecuado para que darle
nombre a este espacio.
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