martes, 19 de marzo de 2013

Chihuahua y el crimen de odio


El jueves pasado los feminicidios volvieron a ser la preocupación de la despreocupada ciudadanía chihuahuense. Ese día en los periódicos locales se dio la noticia de la muerte de dos jóvenes estudiantes de enfermería. El ambiente de violencia en que hemos vivido en los últimos años ha ido invisibilizando estos crimines. Eso fue evidente con la información que los medios difundieron después sobre las estudiantes.
            Diana Arlet Mendoza Núñez y Tania Rubí Martínez Salinas tenían apenas 27 y 23 años, la fiscalía informó que eran pareja, lo cual los medios locales se dieron prisa en difundir. Para los chihuahuenses, luego de enterarse de la relación lésbica de las jóvenes, la muerte de ellas se consideró como una consecuencia. He escuchado en la parada del camión comentarios en el sentido de que fue eso lo que se buscaron por ser lesbianas.
            Esta es la ciudad, la sociedad en que vivo. La sociedad que por más de veinte años ha producido feminicidios, en la cual la violencia constante hace invisibles crímenes de odio como los cometidos contra Diana Arlet y Tania Rubí. Contra homosexuales  y trasvestis que ni siquiera son noticia por su muerte o que pasan a la portada de los periódicos de nota roja que tanto se compran. Ellas fueron asesinadas y la gente en lo que piensa es que fueron a un motel y eran lesbianas. Su asesinato fue un doble crimen de odio, por ser mujeres y por su relación homosexual. Vivimos en una sociedad enferma y sólo me puedo preguntar, temeroso, de qué más será capaz.   

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